Un cine propio,
humanista y honesto
sin pretensiones industriales hegemónicas,
la heterodoxia motivada por la realidad del terrícola sudaka.
Tener los ojos abiertos
a las realidades que están ahí.
a las incertidumbres
a las injusticias.
Poder ser una voz,
una herramienta,
un lugar de enunciación que escape a las estrategias de
dominación.
Que sirva para verlas y evidenciarlas bajo dispositivos propios.
El cine como lenguaje que nos une,
como el lugar desde el que nos pensamos,
para un público que se identifique en estas búsquedas.
Un cine experiencial,
con los pies asentados en nuestra CORDILLERA.